Porque no es lo mismo una cosa que otra...
En este artículo
trataremos de mostrar las diferencias entre Adiestrar y Educar a un
perro. Dos términos muy distintos y que muy frecuentemente se confunden entre
los propietarios caninos.
En bastantes ocasiones,
han solicitado mis servicios para adiestrar un perro. Siempre analizo de forma previa el caso particular de cada binomio (guía/perro)
antes de comenzar a aplicar cualquier entrenamiento y/o terapia. Este análisis
lo hago siendo un espectador en el domicilio y en la calle de la relación del
perro con la familia, el resto de animales, y el entorno. En un porcentaje
elevadísimo de estos casos llegué a la conclusión de que lo que el cliente
necesitaba no era Adiestrar a su
perro. Lo que necesita con urgencia es Educar
a su perro.
Educar
un perro consiste en mostrar al perro las normas de conducta necesarias para
una correcta convivencia y relación con los seres humanos de su familia, y del
entorno, así como con otros perros y animales con los que convive o se relaciona
ocasionalmente.
Desde el mismo instante en
que el perro llega a casa, y en la edad que llegue, debe iniciarse el proceso
de educación del mismo de forma constante. Esta debería ser iniciada por los
propietarios y guías del animal. Lo que ocurre es que para poder hacer eso con
éxito hay que tener conocimientos generales sobre el mundo canino.
Es imprescindible, por
ejemplo, saber que la comunicación del perro es no verbal. Ésta se realiza con
gestos, actitudes, posturas. Del mismo modo, ese lenguaje será el que el perro
entienda mucho más rápidamente de nosotros. Es decir, entenderá mucho más
fácilmente lo que hacemos que lo que decimos, aunque posteriormente y por su
capacidad de aprendizaje asociativo el perro unirá ambos conceptos
Adiestrar,
por su parte, es enseñar determinados ejercicios específicos mediante
entrenamiento. Estos ejercicios facilitarán el proceso de educación de un
perro. Es decir, el adiestramiento canino puede considerarse como una
herramienta que puede ser utilizada durante el proceso de educar un perro. Aunque se trate de una
herramienta muy válida y útil, es opcional, nunca imprescindible. Podemos tener
un perro adiestrado para el rastro de forma excelente, y eso no conlleva
necesariamente a que el perro tenga un comportamiento ejemplar en casa y
relaciones positivas con el entorno.
Lo primero que debemos
aprender y llevar a cabo es la forma adecuada de educar a nuestro perro para
posteriormente usar, si así lo deseamos, el adiestramiento canino durante el
proceso educativo. De todos modos, y siendo repetitivos, si a un perro no lo
educamos correctamente jamás conseguiremos obtener un buen comportamiento
basado únicamente en el adiestramiento canino.
Modificar conductas y
comportamientos no deseados, como la agresividad, desobediencia, excesiva
dominancia, destructividad, etc., basándose exclusivamente en
el adiestramiento canino no tendrá muchas posibilidades de éxito.
Si tenemos un perro con
mala conducta, que no obedece, empieza a trazar las pautas correctas para su
educación canina. Si recurres a un educador canino, trata por todos medios de
que las terapias y entrenamientos sean en casa, contigo, y con una educación
tuya en ese campo que te permita mantener posteriormente la educación y
comportamiento de tu perro. Si la educación se hace fuera del entorno del
perro, por una persona extraña, seguro que el profesional conseguirá educar al
perro, pero este sólo sentirá el control de su comportamiento en su presencia.
Control que se perderá paulatinamente en su regreso a casa, y con él la vuelta
al mal comportamiento.
Así que comencemos
educando un perro desde el primer día y luego, si queremos, podremos empezar el
proceso de adiestramiento.
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