martes, 23 de septiembre de 2014

Evitar que el perro tire de la correa

Si tu perro tira, no tires tú la toalla


Es una de las conductas por las que más se reclaman los servicios de un educador canino. Una conducta que además se perpetuará en el tiempo si no se soluciona cuanto antes. Existe un tópico muy recurrente frente a ese comportamiento, que es la conducta dominante del perro respecto a su guía, pero prácticamente en ningún caso es el motivo de ello.

Los factores predominantes a esa conducta son casi siempre emocionales (excitación, ansiedad, curiosidad, etc.) y, también casi siempre, van acompañados de la ausencia de un correcto vínculo en el binomio guía/perro. En este post hablamos sobre la importancia del vínculo con nuestro perro.

El paseo con nuestro perro debe ser uno de los momentos más cómplices entre ambos. Un momento del que debemos disfrutar al máximo, por lo que es sumamente importante hacer todo lo posible para que así sea. Pensamos que un perro que tira de la correa sólo ocasiona molestias al guía que le acompaña, sin embargo en muchos casos es el reflejo de que el propio perro tampoco está disfrutando de su paseo.

Modificar esa conducta siempre es posible, y aplicar métodos como los que a continuación detallaremos podrá ayudarnos. Sin embargo siempre será recomendable la ayuda de un profesional que evalúe el comportamiento del perro en el exterior y el porqué del mismo.

Construir desde 0 siempre será más fácil que modificar la conducta descrita y estas rutinas pueden ayudarte a tu objetivo.

Memoria Posicional: El perro tiene una capacidad muy alta de memorizar posicionalmente cómo desarrolla determinadas acciones tomándonos a nosotros como referencia, por lo que es muy fácil que memorice su posición respecto a nosotros en el momento del paseo. Para ello es importante que definamos a qué lado nuestro queremos que el perro pasee, y esa misma ubicación ha de tener con cualquier otra persona que pasee con el perro en la calle

Refuerzo de Posición: Pon comida en la mano del lado elegido para el paseo (mira antes si es cómodo para ti llevar comida y correa en la misma mano o si te resulta más cómodo coger la correa con la mano contraria, por detrás de ti) e invita al perro a través de la mano a que se ponga en el lado correcto y a la altura nuestra recomendada. Premia al perro, coge nuevamente comida con la mano y comienza a andar asegurándote de que el perro sigue tu mano y premiando la permanencia en la posición correcta. Poco a poco podrás meter cambios de direcciones y de ritmo siguiendo la misma rutina.

Sin embargo es fácil, muy fácil, que el perro abandone la posición indicada para satisfacer lo que su instinto reclama, adelantándonos o desviándose a otra dirección. En ese caso podremos usar distintas técnicas para volver a llevar al perro al sitio correcto, pero en todas debemos previamente indicar el comando NO al perro, para que poco a poco sepa él mismo lo que debe hacer en el momento que lo oiga durante el paseo.

Detención y corrección de posición: En el mismo instante en que el perro nos adelante o se separe, y tras decir el comando NO, nos detenemos y permanecemos inmóviles y tranquilos hasta que el perro también permanezca calmado. En ese momento y con la ayuda de la mano que transporta la comida le volvemos a invitar a que tome la posición correcta. Reanudamos la marcha y repetimos tantas veces como sea necesaria.

Cambio de dirección: En el momento en que el perro nos adelante nosotros decimos que NO y giramos 180º dejando en ese mismo instante, nuevamente, a nuestro perro detrás de nosotros y volviendo a mostrarle la mano que porta el premio a su permanencia. Lo importante de esta técnica es que el perro termine por captar que sólo caminará y avanzará si permanece en el sitio correcto durante el paseo. Al igual que en la técnica anterior, esta se repetirá tantas veces como sea necesaria.

Lo que sí debes de saber para esta y cualquier otra conducta que queramos construir en nuestro perro es que siempre necesitarás paciencia, constancia y determinación en cada sesión de entrenamiento. Disfruta de cada paso que avances en lugar de frustrarte por todos los que te queden.

Ánimo y no tires tú la toalla.


jueves, 11 de septiembre de 2014

La alimentación del perro

Aprende a beneficiar su salud

Hoy vamos a dedicar el post a uno de los temas que más debate pueden crear en el mundo del perro, su alimentación. Opiniones de todo tipo se vierten, incluso por especialistas, en lo relativo al recurso primario canino por excelencia. En este artículo no queremos exponer recomendaciones sobre marcas y/o naturalezas de la alimentación de tu compañero/a. Tan sólo queremos exponer nuestros conocimientos en el recurso alimenticio del perro, basado todo ello en nuestras propias experiencias.
Resulta una obviedad indicar que, independientemente de marcas y dietas naturales concretas, todo perro debe recibir una alimentación de calidad y sujeta a determinadas particularidades del individuo (edad, tamaño, actividad física, actividad emocional, etc.). No debemos confundir el término calidad con cantidad, puesto que esta ha de ser también una determinada.
En la actualidad existe un mercado amplísimo para la alimentación del perro, tanto de piensos como de dietas naturales, por lo que es recomendable que con la ayuda de un especialista en la materia de tu confianza definas el proceso alimenticio de tu perro/a desde el inicio. Lejos quedan ya los tiempos donde los perros eran los destinatarios de toda sobra de comida humana. Es muy importante desterrar ya cualquier hábito parecido porque si bien el perro comerá casi cualquier cosa que le demos, no es menos cierto que debido al desconocimiento podamos estar poniendo en riesgo la salud del animal.
Tampoco es recomendable basar su alimentación, únicamente, en carne y huesos porque el perro, aun teniendo el aparato digestivo de un carnívoro, necesitan otro tipo de nutrientes en su dieta que no serán aportados por ellos.
Lo que sí deberíamos de considerar es que siempre des de comer a tu perro a la misma hora, independientemente del número de tomas que tenga en el día. De este modo será mucho más fácil controlar sus necesidades fisiológicas además de, aunque parezca mentira, ayudarte a tener un perro más equilibrado emocionalmente por el uso de esta rutina junto a otras, tal y como hablábamos en este post. Por lo tanto debemos dejar de lado una costumbre muy extendida de tener su plato de comida siempre lleno para que él/ella coma a su antojo y cuando quiera. Agua fresca y limpia siempre, pero no comida. Su digestión completa lleva mucho más tiempo que la humana por lo que debemos evitar que el aparato digestivo del perro esté siempre en funcionamiento. También evitaremos que el perro comience a construir una conducta de posesión con su comida que puede derivar, en ocasiones, en una agresividad concreta. Por lo tanto nuestra recomendación es ponerle su ración de comida a la hora indicada y quitarla si en el plazo de unos minutos no ha acabado con ella, no volviendo a darle más comida, en la cantidad de siempre, hasta la siguiente hora de toma. Que no te invada un sentimiento de culpa o pena porque el perro esté hambriento, porque no te ayudará a ayudarle. Pronto el perro aceptará la rutina propuesta y todo será más fácil para ti y sano para él.
Si optas por la comida de piensos comerciales, debes de considerar que las raciones propuestas en los sacos son medidas generales y estándares. Cada perro es un mundo, con su metabolismo propio, con su grado propio de actividad, etc., por lo que la ración adecuada para uno no tiene que ser la de otro, aunque sea la misma raza, tamaño y edad.
Debes de ser consciente de que la edad también será un factor muy considerable en este proceso. Por ello tanto la cantidad, como el tipo de comida, como el número de tomas dependerán en gran parte por la edad de tu perro/a.
Hemos mencionado en el párrafo anterior el número de tomas. Como en casi todo hay distintas opiniones, pero casi todas coinciden en dar la dosis diaria repartida en 3 tomas cuando se es un cachorro, y cambiar a dos a partir del año de edad. También hay personas que, por el grado de actividad concreto del perro, pasan posteriormente a una sola toma diaria. En el caso de dar de comer al perro sólo una vez al día debes de tener más cuidado para evitar una posible torsión gástrica del animal. En este artículo estuvimos hablando sobre ella.
Evita dar de comer a otras horas que las propuestas inicialmente por ti, porque sólo conseguirás que el perro esté siempre demandando comida. Borra de tu cabeza la expresión “es que me mira con una cara...” porque la mayoría de las veces la expresividad de esa cara no está en ella y sí en tu cabeza.
Cuando realices algún cambio en la alimentación de tu perro/a, ya sea de un pienso de cachorro a uno de adulto, de una marca concreta a otra, de una dieta natural a otra, etc., es recomendable que lo hagas de forma gradual durante unos días, mezclando la comida saliente con la entrante. El estómago del perro suele ser delicado para cambios bruscos y agradecerá que cualquier cambio en la base de su alimentación se haga poco a poco.
Ten mucho cuidado al darle huesos para roer ocasionalmente. Trata que estos sean grandes, como la rodilla de ternera, y que no estén cocinados. Los huesos pequeños y/o cocinados son más fáciles que se astillen o se puedan tragar enteros, lo que puede suponer problemas de salud.
También debes de tener muy presente qué alimentos debes evitar darle a tu perro. Aunque hay listas circulando por internet, habla con tu veterinario para que te indique los mismos.
Y ten siempre presente que todo esto sólo lo haces por su bien, por lo que consideramos que realmente merecerá la pena.