lunes, 2 de junio de 2014

Un perro tranquilo en casa

El ON/OFF de nuestro compañero


Una de las causas más frecuentes a la hora de buscar la ayuda de un profesional en conducta canina suele ser el comportamiento del perro en casa.

A menudo la conducta del perro en casa está motivada por un exceso de energía y actividad que explota en el hogar, incluso en presencia de sus propietarios.

Es importante mostrar al perro cómo canalizar su energía desde el primer momento en que comienza a convivir con nosotros, pero sin olvidar que todo perro tendrá una demanda de gasto energético que debe ser atendida por nosotros, con nosotros, fuera del hogar. El perro que no queme su energía en la calle lo hará en casa y tendrá una predisposición mayor a desarrollar problemas de ansiedad. En ESTE artículo hablamos del problema de la ansiedad en los perros.

Se debe descartar la solución fácil de encerrar al perro en una jaula o transportín para impedir que sea un revolucionario dentro del hogar. Eso no hará más que potenciar su actitud e ir en contra en el objetivo de tener un perro equilibrado.

No quiero decir con ello que no debamos usar un transportín. Al revés, siempre recomiendo su uso pero positivizando el mismo y que se convierta en ese espacio, con puertas abiertas, donde él entre para estar tranquilo. Por el contrario, si obligamos al perro a entrar lo convertimos en esa cárcel intimidatoria y cruel de la cuál deseará salir cuanto antes.

Lo ideal es conseguir, paso a paso, un perro que en la calle sea dinámico, alegre, curioso, interactivo, y que al llegar a casa se convierta en un compañero de hogar tranquilo y relajado. El perro equilibrado. El ON/OFF del perro.

Conseguir esa actitud en el perro puede conseguirse más fácilmente de lo que pueda parecer, paso a paso, con paciencia y siguiendo determinadas pautas que puedan ayudarnos a ello.

Conocimiento: Es básico conocer previamente la raza (o razas en perros mestizos) de nuestro perro y su grado de actividad. Cada raza o mestizaje tendrá una demanda energética distinta y tenemos que saber previamente si nosotros podremos atender la misma, según nuestro estilo de vida y predisposición a cambiar el mismo.

Asociación: Es inevitable cuando tenemos un cachorro jugar con él en todo momento. Es perfecto y básico para nuestra relación, pero sí que resulta necesario que cuanto antes (cuando el veterinario indique que ya puede salir a la calle) asocie que determinados juegos (los más activos y enérgicos) se desarrollan siempre fuera de casa y no dentro.

Actividad: Sal a la calle y ejercita físicamente a tu perro, según su edad y sus características. Aprovecha esos momentos para crear y desarrollar vuestro vínculo, interacción y comunicación. Hazlo con cada salida diaria, dejando muy claro lo que es pasear y lo que es jugar. Nunca dejes a tu perro, y mucho menos en fase formativa, sólo en casa sin que haya tenido un gasto energético fuera. Aprende a pulsar el ON del perro y que él sepa dónde puede tener ese comportamiento y actitud.

Tranquilidad: Tras ese gasto energético, será más fácil que el perro adopte un estado tranquilo y relajado en casa, y esas conductas serán las que debamos premiar y recompensar. Se trata de que el perro asocie que ese estado, en ese lugar, es positivo para él. Aprende a que tu perro se tumbe y permanezca quieto, y premia cuando esté desarrollando de modo natural ambos comportamientos. Es importante saber leer el lenguaje corporal de tu perro diferenciando cuando el perro está relajado, y de un modo natural, ante una instrucción nuestra, y cuando está tenso esperando nuestra recompensa y liberación de la orden. Premia la conducta relajada, para que su cabeza asimile y relacione ese estado anímico con nuestra recompensa. En el siguiente VÍDEO, a partir del minuto 09:21, puedes observar los momentos en los que recompensamos a un cachorro su actitud en casa.

Tú ya sabes qué es el ON/OFF en el perro, ahora haz que él también lo conozca y aprenda a gestionarlo.


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