Traductor Humano/Perro – Perro/Humano (Continuación)
Si importante es conocer
los gestos del perro y su interpretación, para acercarnos a saber en todo
momento qué quieren decirnos, igual de importante es saber qué pueden entender
nuestros perros con los nuestros, qué interpretan y qué sienten durante nuestra
interacción con él.
En este caso no hablaremos de la capacidad de los perros
por entender y memorizar comandos verbales humanos, capacidad más que probada. Nos centraremos en el lenguaje no verbal de nuestro cuerpo. Quizás
sorprenda cómo algunos gestos muy comunes en nosotros pueden tener un
significado o interpretación en nuestro perro que nunca pasaría por nuestra
imaginación. Por eso se considera indispensable saber cómo entienden nuestros
perros, cómo nos ven, cómo interpretan nuestros gestos.
Nuestros perros están
siempre observándonos, aprendiendo nuestros gestos, memorizando nuestro
lenguaje no verbal. Ello explica en gran parte por qué pueden predecir
distintas situaciones, por su memoria asociativa.
Estos son algunos de los
mensajes más comunes que enviamos a nuestros perros:
Retirada de la mirada y la
mano a la vez: El perro interpreta que hemos decidido no
acariciarlo más, no interaccionar más con él.
Mirada fija:
Será considerada como una amenaza. Si el perro desvía la suya será una señal de
sumisión.
Acariciar la cabeza:
No suele ser algo que les guste especialmente, pero se acostumbran porque casi
todo propietario lo hace. Sin embargo sí que se debería evitar acariciar en la
cabeza a perros desconocidos.
Bostezo:
Interpretará que estamos estresados, tensos, y necesitamos espacio, por lo que
puede alejarse de ti.
Abrazar:
Aunque a veces parezca inevitable el deseo de abrazar a nuestro perro, es
recomendable saber qué interpreta el perro con eso, y si está cómodo en esa
situación. Si detectas que no lo está, no fuerces la situación, condiciónalo
poco a poco. El perro que no está cómodo de ese modo puede pensar que está
siendo atrapado o sometido y puede actuar en consecuencia.
Gritar:
No hace falta gritarle a un perro, siempre debes moderar tus impulsos y
mantener la calma. No conseguiremos nada positivo con ello y sí, por el
contrario, podemos obtener algo negativo como atenuar la inseguridad de un
perro que así sea.
Amenazar con objetos:
Casi todos habremos oído alguna vez el famoso “Enséñale un periódico enrollado
y golpea en el suelo con él”. Ocurre lo mismo, independientemente del objeto
que cojamos que en el caso anterior, el de gritar a tu perro, por lo que evita
ese tipo de amenazas siempre.
Consejo
final
Aunque aquí hemos hablado
de una comunicación generalizada de los perros, cada uno de ellos puede tener
sus propias particularidades en este sentido.
No dejes de observar y
analizar a tu perro, de conocerle y de aprender cómo se comunica, con nosotros
y su entorno. Todo será mucho más fácil para ambos si se alcanza ese grado de
complicidad.
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